British Columbia: Un Destino Impresionante

La naturaleza salvaje de British Columbia te habla directo al alma.

British Columbia es la provincia occidental de Canadá, bordeada por el Panhandle de Alaska, Yukón y los Territorios del Noroeste al norte, por Washington, Idaho y Montana al sur.  Alberta se localiza al este, y el Océano Pacífico al oeste. Diez cadenas montañosas avanzan hacia el oeste desde las Montañas Rocosas Canadienses y los antiguos bosques abrazan la costa. En medio hay praderas ondulantes, exuberantes valles, decenas de miles de lagos, ríos alimentados por glaciares e incluso un desierto semiárido.

Estos vastos paisajes inspiran a realizar viajes de introspección y aventuras sin límite. La gente te ayudará a conectar con momentos inesperados que renuevan el espíritu. No te pierdas de poder explorar la infinidad de actividades que podrás realizar al aire libre.


Razones por las cuales visitar British Columbia en invierno

Estas son algunas de las principales razones por las que una experiencia de esquí en la Columbia Británica, Canadá, debería ser tu próximo viaje de esquí.

1.Conoce el centro de esquí más grande de Norteamérica

El resort de esquí más grande de Norteamérica se encuentra a una hora y media en coche desde Vancouver.

Whistler Blackcomb se extiende por dos montañas, conectadas por una góndola PEAK 2 PEAK, con más de 200 pistas marcadas, 16 cuencos alpinos y tres glaciares.

Este destino de esquí atrae a esquiadores de todo el mundo. El glamuroso après y las infinitas actividades fuera de la montaña harán que tus vacaciones de esquí sean inolvidables.

Foto credits: Destination BC/Ryan Creary

3. Esquí y surf en el mismo día

No hay muchos lugares en Norteamérica donde se pueda esquiar en una montaña mientras se disfruta de las vistas del océano.

Menos aún donde se pueda esquiar por la mañana y surfear por la tarde. En la Isla de Vancouver, puedes hacerlo todo.

Toma las primeras pistas en Mount Washington, luego dirígete a Tofino y aprende a surfear en Chesterman Beach o enfréntate al oleaje en Long Beach. Para los amantes del oleaje y la nieve, la isla de Vancouver es un paraíso.

Foto credits: Destination BC/Reuben Krabbe

5. Esquí nocturno sobre las luces de la ciudad de Vancouver

¿En qué otro lugar de Norteamérica puedes esquiar en tres montañas diferentes mientras contemplas una gran metrópolis?

Al viajar a menos de 30 minutos del centro de Vancouver, puedes esquiar en Cypress Mountain, Grouse Mountain, o Mt Seymour antes de regresar a la ciudad para pasar la tarde.

Deslízate por las pistas de esquí nocturno perfectamente preparadas, mientras que las luces de la ciudad brillan abajo.

Foto credits: Tourism Whistler/Guy Fattal

2. Hay mucho más que hacer que solo esquiar

El esquí es una de las razones para pasar unas vacaciones en la Columbia Británica, pero también hay muchas otras actividades que disfrutar.

El invierno está lleno de razones para jugar en la nieve. La mayoría de los resorts de esquí ofrecen trineos jalados por perros, una oportunidad de deslizarse por el bosque jalado por un equipo de perros de trineo amantes de la montaña.

Puedes ponerte patines y patinar o puedes escalar una torre de hielo congelada, con una altura de 18 metros. Esquí de fondo, motos de nieve, excursiones con raquetas de nieve, o un simple paseo por un pueblo alpino son maneras excelentes de pasar el tiempo entre dar vueltas a la montaña.

Foto credits: Destination BC/Jordan Dyck

4. British Columbia es el lugar donde nació el heli-esquí

Hace más de 50 años, Hans Gmoser, legendario escalador, guía de montaña y esquiador de campo, llevó a algunos intrépidos esquiadores a las montañas Bugaboo en helicóptero. Poco después, se puso en marcha la primera operación comercial de heli-esquí en el mundo.

British Columbia alberga docenas de operadores de heli-esquí, con terreno que se extiende desde los rincones más alejados del norte de British Columbia, hasta las escarpadas montañas de la costa y hacia las Montañas Rocosas Canadienses.

Foto credits Destination Vancouver/Sea to Sky Gondola/Paul Bride